1. Material resistente

La tarima que escojas debe ser resistente a la intemperie y soportar la exposición al sol y al agua. Uno de los materiales más comunes es la madera tropical, sin embargo, existen alternativas en composite y otras opciones en PVC. Un buen material para una tarima de piscina es el composite, ya que combina la apariencia y calidez de la madera con la durabilidad y resistencia del plástico.

2. Antideslizante

Otra característica importante que debe tener la tarima es la antideslizante, para evitar resbalones peligrosos. Busca una tarima con superficie rugosa o que tenga un tratamiento antideslizante.

3. Mantenimiento

Es importante que la tarima que elijas sea fácil de mantener. Si escoges una tarima de madera, asegúrate de que tenga un tratamiento protector contra la humedad y termitas. Si decides por una tarima de composite, no necesitarás pulirla, lijarla o tratarla con aceites protectores.

4. Diseño y estilo

Finalmente, elige una tarima que tenga un diseño estético y que se adapte a la decoración de tu área de piscina. La tarima que selecciones debe complementarse con el estilo y color de los revestimientos, muebles de jardín y otros elementos decorativos.

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